Historia
Historia del Watergate
Historia del Watergate
El escándalo de Watergate (1972-1975), fue un impresionante suceso político que reveló actividades ilegales por parte de la administración republicana el presidente Richard Nixon durante la campaña electoral de 1972. Estas actividades fueron reveladas por cinco hombres que habían realizado campañas de espionaje, cuando realizaron la instalación de un sistema de escuchas telefónicas tras allanar las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata en el edificio Watergate en Washington. Fue necesario que pasara casi un año para que esta acción fuera conocida públicamente.
Por ello, el 30 de abril de 1973, Nixon aceptó parcialmente la responsabilidad del gobierno y destituyó a varios funcionarios implicados, debido a que los cinco hombres en los interrogatorios afirmaron que habían sido enviados por altos responsables del Partido Republicano. Al principio estas declaraciones fueron mantenidas bajo discreción, sin embargo, con el paso del tiempo y antes de que este escándalo se desatara, el presidente Nixon se negó y realizó varias acciones para evitar que la existencia de cintas magnetofónicas incriminatorias del presidente fuera puestas a disposición de la justicia, alegando inmunidad presidencial, esto generó un gran conflicto entre el ejecutivo y el judicial.
La opinión pública forzó finalmente a la entrega de esas cintas, pero una fue alterada, faltaban alrededor de 18 minutos de grabación, y dos desaparecieron. Con esta acción, se confirmó que la información contenida en estas cintas eran evidencias claras sobre la culpabilidad de Nixon y de altos funcionarios norteamericanos. Así que, se abrió un juicio al presidente llevado a cabo por la Cámara de Representantes. En agosto de 1974 se le ordenó a Nixon entregar transcripciones de tres cintas magnetofónicas que claramente le implicaban en el encubrimiento del escándalo.
Esto desató un gran descrédito hacia Nixon y que perdiera sus últimos apoyos en el Congreso, uno de los motivos por los que su imagen fue dañada se debió a la implicación en hechos de soborno realizados por su vicepresidente Spiro T. Agnew, que tuvo que dimitir de su cargo y ser remplazado por Gerald Ford. Realmente su situación política luego de ganar las elecciones presidenciales al demócrata George MacGovern no fue la mejor.
El asunto fue extendiéndose entre los magistrados, la política, y la opinión pública, en pocas palabras se convirtió en noticia nacional. El Washington Post contrató a dos periodistas que habían denunciado el escándalo, Carl Bernstein y Bob Woodward, pronto fueron revelando nuevos datos y nombres. En ese sentido, personajes de los altos cargos del gobierno, como John Mitchell, Ministro de Justicia; John Dean, Consejero Presidencial; H.R. Haldeman, Jefe de Personal de la Casa Blanca, o John Ehrlichman, Asesor Especial de la Casa Blanca para Asuntos Nacionales.
También se comprobó que los detenidos eran veteranos miembros de la CIA expertos en labores desestabilizadoras contra jefes de Estado extranjeros. En suma, se descubrió que el jefe de los detenidos era el director de seguridad del comité que trabajaba para la reelección del presidente del Partido Republicano, Richard Nixon. La fuente que reveló todas estas informaciones fue denominada Garganta Profunda. Este asunto fue creciendo tanto que se estableció una comisión de investigación, sus sesiones eran retransmitidas por televisión.
Se descubrió además que existieron más casos de actividades ilegales que se habían cometido en el pasado, incluyendo fraudes y sobornos, todas ellas para asegurar la reelección de Nixon. Entre los nuevos hallazgos se descubrió la existencia de una cuenta secreta en México, con esta se realizaban transacciones para pagar todas estas acciones, incluyendo el soborno de los cinco espías que fueron capturados en junio de 1972 para que guardasen silencio.
Luego de ser acusado por fraude electoral, sobornos, abuso de poder, desacato, obstrucción a la justicia, entre otros cargos. El Senado pidió su destitución presidencial. Finalmente, y sin poder soportar esta situación el 8 de agosto se vio obligado a renunciar al cargo de presidente al encontrarse sin una base política necesaria para gobernar, ese mismo día al tiempo habló por la televisión a toda la nación americana. Su vicepresidente, Gerald Ford, accedió a la presidencia e inmediatamente otorgó un perdón incondicional a Nixon el 8 de septiembre de 1974. En ese sentido, cualquier proceso judicial contra su persona quedó automáticamente paralizado.
Durante años fue un misterio la identidad de Garganta Profunda, realmente este fue un personaje clave que ayudó a los periodistas para que fuesen armando el rompecabezas del caso del escándalo Watergate. Su identidad se hizo pública, por fin, en junio de 2005. Su nombre era William Mark Felt, un antiguo director adjunto del FBI que para ese momento tenía 91 años, en su momento como director del FBI tenía acceso directo a toda la información. Sobre sus motivaciones se ha afirmado; por una parte, que tenía un interés por frenar los abusos del poder, pero, otras versiones aseguran que se trató de una venganza a Nixon por no ponerle al frente del FBI antes de la muerte del todopoderoso J. Edgar Hoover.