Historia

Historia del Movimiento de 1968 en México

Historia del Movimiento de 1968 en México

El Movimiento de 1968 en México, conocido como Movimiento estudiantil del 68, fue una resistencia social en la que, si bien participaron estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, La Universidad La Salle, La Universidad Iberoamericana, El Instituto Politécnico Nacional (IPN), El Colegio de México y la Escuela de Agricultura de Chapingo, también participaron obreros, profesionales, profesores, amas de casa e intelectuales tanto de la capital mexicana como de otras ciudades. Este movimiento nacional, organizado en el Consejo Nacional de Huelga, conocido por sus siglas CNH, buscaba abolir el autoritarismo del gobierno ejercido por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), reducir las desigualdades tanto políticas como civiles, liberar a los presos políticos y guiar al país por un camino más democrático y menos represivo.

Este movimiento tuvo como antecedentes varias luchas sociales de los años pasados que fueron reprimidas, como las realizadas por los estudiantes del IPN en 1949, 1952 y 1956; o las hechas por el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM) en 1956 en busca de un aumento salarial; o las ejecutadas en1964 por la Alianza de Médicos Mexicanos Asociación Civil (AMMAC) buscando mejores pagos y mejores condiciones laborales.

El detonante de este movimiento fue que, para el 22 y el 23 de julio de 1968, los estudiantes del preparatorio Isaac Ochoterena y los de las escuelas vocacionales 2 y5 del IPN se enfrentaron. Ante esto, la fuerza policial de los granaderos disolvió la turba e intervino las sedes vocacionales implicadas. Por esta razón, el 26 del mismo mes se realizó una marcha organizada por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional que buscaban protestar en contra del asalto ocurrido en la Escuela Vocacional 5 por parte de los granaderos. Por otro lado, para el mismo día fue organizada otra manifestación por la CNED, y conformada por varios estudiantes tanto de la UNAM como del IPN, además de varios miembros de la Juventud Comunista, que tenían como motivo conmemorar la Revolución Cubana y el décimo quinto aniversario del asalto al cuartel de Moncada en Cuba. La primera salió de la Plaza de la Ciudadela y terminó en la Plaza del Carrillón del Casco de Santo Tomás, pero entonces varios estudiantes propusieron que la marcha fuera llevada hasta el Zócalo. Gran parte de la marcha aceptó, por lo que tomaron buses hasta el Panteón de San Fernando y de ahí se pusieron en marcha al Zócalo. Luego de encontrarse y darle espacio a la otra marcha para que siguiera su camino, la manifestación continuó su rumbo, hasta que fue sorprendida en Madero y Palma por los granaderos, quienes los atacaron hasta hacerlos retroceder. Ante esto, los manifestantes se dirigieron hasta el Hemiciclo, donde se encontraban los otros marchantes, y les informaron de la situación. Así, un tumulto conformado por personas de las dos manifestaciones se dirigió de nuevo al Zócalo. Camino a este, fueron se encontraron una vez más con los granaderos y con miembros de la policía, quienes los reprimieron brutalmente. Luego de esto, fueron apresadas varias personas del Partido Comunista, de la Juventud Comunista y del CNED. Asimismo, fueron atacadas por las fuerzas del Estado las preparatorias 1 y 3.

Ante estos hechos, el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, condena los hechos en un discurso que es criticado por los estudiantes. Luego de varias manifestaciones, el director general del IPN decide unirse con unas condiciones que son vistas por los manifestantes como excusa, pues pedía una marcha únicamente de personal de la institución, cuando para ese momento el movimiento tenía apoyo de diferentes sectores. Es así como el 27 de agosto se movilizan unas 30.000 personas hacia el Zócalo, donde pernoctan hasta el día siguiente unos tres mil estudiantes. Sin embargo, la madrugada de ese 28 de agosto, estos son dispersados por la fuerza pública sin medir su violencia, llegando incluso a disparar contra los manifestantes desde los edificios aledaños.

Para septiembre, la situación empeoró drásticamente. Se realizó la manifestación de las Antorchas el 7 de septiembre y La marcha del silencio el 13 del mismo mes. El 18, la ciudadela de la UNAM fue invadida por el ejército, y cinco días después renunció el rector. Ese mismo día se enfrentaron estudiantes, con armas de bajo calibre y bombas molotov, y miembros del ejército, con fusiles, ametralladoras y bazucas, en el Casco de Santo Tomás y en las cercanías a la Unidad Profesional Zacatento, dejando como resultado 33 heridos y 660 soldados. El primero de octubre, las fuerzas armadas abandonan la UNAM y el IPN. Y un día después, la violencia llegaría a su punto más álgido, cuando el ejército abrió fuego a quienes se manifestaban en la Plaza de las Tres Culturas de Tlateolco, dejando un saldo de al menos 200 muertos, según datos de la BBC.

Luego de esto, fueron apresados miles de estudiantes y varios miembros del Consejo Nacional de Huegla (CNH). El 25 de octubre, los estudiantes de la UNAM, del IPN, y de varias escuelas más, se negaron a volver a clases si no eran liberados los manifestantes presos. El 6 de diciembre se disolvió el CNH y el 13 se hizo una última marcha, que no llegó a su fin por miedo a ser reprimida. Ante todos estos hechos, la comunidad internacional realizó múltiples manifestaciones condenando los hechos, y en el 2011 el 2 de octubre fue declarado como día de duelo nacional, en memoria de los trágicos sucesos de 1968. Pese a todos estos eventos, los Juegos Olímpicos de 1968, con sede en Ciudad de México, se llevaron a cabo gracias al encubrimiento y la censura del Estado.