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Historia del Ballet

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HISTORIA DEL BALLET

El ballet es un término utilizado para definir la danza sujeta a una técnica explícita y transformada en una expresión teatral, la cual contiene: coreografía, música y artes plásticas.

Al inquirir en la historia del ballet debemos remontarnos a la historia misma de la humanidad y al uso del cuerpo como elemento de expresión, luego como danza de carácter folklórico; sin embargo, con la intención de descubrir sus primeros antecedentes relacionados a una técnica estructurada, es preciso remontarse al siglo XV, cuando en Italia, el ballo o balleto constituía una danza de naturaleza más avanzada.

El balleto era ya una técnica de intérpretes y maestros especializados, quienes hacían presentaciones en público y en la corte, en una convergencia de teatro, música y diversión. El término ballet apareció por primera vez en Francia, como un término que designaba el arte introducido por maestros italianos en la época de los Médici, el cual comenzó a presentarse en la Corte de los Valois, extendiéndose paulatinamente en toda Francia.

Puede entonces inferirse que en la evolución de este arte su primera época consistió en el ballet cortesano, producto de la introducción de dicha danza en Francia; cuyo esplendor transcurrió durante el reinado de Luis XIV, fundador en 1661 de la Académie Royale de Danse, un epicentro de grandes aportaciones de naturaleza perenne, las cuales constituyen un estilo galante e influyente de las corrientes: óperas ballet y ballet pantomima.

Las primeras grandes exponentes del ballet cortesano fueron La Barbarina (escuela italiana), Marie-Anne Camargo y Marie Sallé; exponentes de coreografías atractivas que se destacaban por su agilidad y expresión dramática.

La historia del ballet ha sido poderosamente influida por Italia, Francia y Rusia; países donde se encuentran sus principales escuelas, maestros, coreógrafos y técnicas; prueba fehaciente de ello es que la terminología utilizada en la actualidad en dicho arte proviene en gran medida de expresiones francesas, en una adopción que data del siglo XVIII, en la cual comenzaron a denominarse los pasos, saltos, gestos y figuras del ballet, y en francés.

En el siglo XIX el ballet tomó nuevamente gran relevancia en Italia, de la mano de creadores como Salvatore Vigano, a quién se le atribuye la creación de más de 40 ballets. Del mismo modo, y con aún más reconocimiento, aparece en la escena Taglioni, figura relevante en la historia del ballet romántico; es preciso considerar que los aportes del apellido Taglioni trascienden de Filippo, y se constituyen en una dinastía dedicada al ballet; tanto así que el legado de Maria Sofia Taglioni es invaluable, considerada como una de las más grandes bailarinas de la historia. De Maria Sofia es necesario acotar la creación de La Sylphide, ballet en el cual por primera vez bailó sobre la punta de los pies y vistió las gasas del tutú largo.

La historia del ballet en el siglo XX tuvo su más grande influencia de Rusia, teniendo su más grande magnificencia en el período Romántico, época durante la cual y ante el desconocimiento de Occidente, se había forjado el más perfecto y completo estilo de danza para la escena. Una fecha que no puede pasar por alto en la historia del ballet moderno es el 17 de mayo de 1990, fecha en la cual debutó en el Teatro del Châtelet de París, la compañía de Ballets Russes de Serge Diaghilev, haciendo de su espectáculo un centro de atracción de gran valor, y abriendo a Occidente la técnica depurada que había logrado desarrollarse en Rusia. Ya desde el siglo XIX la relación del ballet era consustancial con la ópera, y en el siglo XX de la mano de Daghilev, las escenas de ballet debutaron de la mano de las creaciones de Tchaikovsky, entre los que se destacaban El lago de los cisnes, Cascanueces y La bella durmiente.

Dentro del sinnúmero de aportaciones de Daghilevtoma gran relevancia la presentación de Vaslav Nijinsky, considerado por el círculo crítico del ballet como el mejor bailarín de toda la historia; de técnica depurada y de presentaciones que en la actualidad toman carácter de míticas.

En la actualidad, el ballet se considera como un arte de evolución constante, de estructura diversificada, sobre todo en lo relacionada a sus elementos interpretativos, de manera que se puede asegurar que la historia del ballet se sigue escribiendo.