Hermann von Helmholtz (31 de agosto de 1821 – 8 de septiembre de 1894) fisiólogo y físico. Nació en Potsdam, Reino de Prusia. Su padre fue un profesor, quien fue el responsable de motivarlo para iniciar sus estudios en medicina y también sus primeras experimentaciones en el campo. Al terminar sus estudios de secundaria comenzó a estudiar en la Facultad de Medicina de Berlín y se inclinó por la fisiología con el célebre fisiólogo G. Müller.
En el año de 1843 ejerció como médico militar. Más tarde, inició como docente de Anatomía de la Academia de Artes de Berlín; luego obtuvo una plaza en la catedra de Fisiología en Königsberg (1849), en adelante dictó la misma asignatura en Bonn (1855) y en Heidelberg. Durante un tiempo realizó un estudio en donde halló la formulación exacta del principio de la conservación de la energía, acerca de esta cuestión surgió su primera obra notable: Sobre la conservación de la fuerza. Gracias a esto Helmholtz fue ubicado junto con Mayer, James Prescott Joule, y lord Kelvin entre los grandes fundadores del principio de la conservación de la energía y los físicos más destacados del siglo XIX.
Helmholtz puso atención también a los fenómenos eléctricos y magnéticos. En cuanto a la fisiología: estableció la teoría de las sensaciones. Se destacó por la publicación del Manual de óptica fisiológica, Investigaciones sobre las sensaciones sonoras y Teoría fisiológica de la música, textos publicados entre 1863 y 1867. Debemos indicar que, la primera obra fue fundamental para ampliar el conocimiento sobre la anatomía del ojo, la óptica psicológica, las sensaciones y percepciones visuales y la dióptrica ocular.
El segundo texto fue un aporte para la historia de la acústica. El autor presta atención a la esencia de la sensación sonora, y afirma que tiene su origen en los movimientos periódicos del aire; investiga los elementos que diferencian los tonos musicales y establece los siguientes: intensidad, altura, timbre y cualidad. Para analizar el último elemento el autor realizó numerosos experimentos acerca del timbre de las vocales y unos resonadores; tenían unas esferas huecas de distinto diámetro, cada una de las cuales entra en vibración por resonancia cuando se produce junto a ellos un sonido de período igual al suyo propio.
Teoría fisiológica de la música (1863) es una obra verdaderamente referenciada. Helmholtz logró contener en esta obra las percepciones de físicos que habían estudiado este tema; Rameau en lo concerniente a las relaciones de los sonidos, o Sauveur sobre la disonancia y de Corti acerca del órgano auditivo. Estudió asimismo desde la física de los diferentes timbres.
Por todo lo anterior en el año de 1871 fue nombrado titular de la cátedra de Física y director del Instituto anexo de la Universidad de Berlín, y en el año de 1888 asumió el puesto de presidente del Instituto Físico-Técnico de Charlottenburgo. Estudió para ese momento los fenómenos ondulatorios, las leyes sobre el movimiento vertiginoso de los fluidos, e investigaciones acerca del movimiento ondulatorio de los fluidos.
Se dice que formuló una teoría del electromagnetismo, más consumada que la de James Maxwell. En 1881 estudió los efectos electrolíticos de la corriente. En último lugar, gracias a la aplicación del principio de la conservación de la energía a los procesos químicos, se percibió un progreso de la química, física y termodinámica. Sus últimas obras fueron: Contar y medir (1887) y Colecciones de disertaciones científicas (1895). De manera póstuma se publicó Conferencias de física teórica, eran las lecciones universitarias de física de Helmholtz. Por sus aportes el rey de Prusia le concedió un título nobiliario.