Biografía de Heinrich Böll

Heinrich Böll (21 de diciembre de 1917 – 6 de julio de 1985) escritor. Nació en Colonia, Langenbroich, Alemania. Su padre se dedicó a la escultura, con lo que pudo proporcionarle tímidas comodidades. Cuando salió de la escuela realizó algunos estudios para ser librero. En 1938  tuvo que prestar el servicio de trabajo, un servicio obligatorio para esa época. Concluido éste, ingresó a la universidad, pero su estudio fue interrumpido en el verano de 1939 porque tuvo que ingresar al ejército hasta el final de la Segunda Guerra Mundial y en combate cayó prisionero en un campo estadounidense en la zona este de Francia.

Böll regresó a Colonia cuando la guerra finalizó y fue liberado, en su ciudad natal estudió lengua y literatura alemanas, y simultáneamente se dedicó a la ebanistería para poder subsidiar algunos gastos personales, dos años después abandonó el trabajo para dedicarse a las labores de publicación en la prensa y la escritura de dramas radiofónicos. Desde 1951 se dedicó a escribir y también realizar traducciones. En algunas ocasiones tuvo que dirigirse a Irlanda para asumir algunos encargos literarios.

Su periodo como soldado fue importante para dar vida a la escritura de Böll y, después, la reconstrucción de Alemania enmarcada en el enfrentamiento Este-Oeste y el predominio conservador fue otra importante etapa que marcó la vida y las obras del escritor alemán. Fue descrito como un católico ferviente y militante, criticó con dureza a las instituciones, muy especialmente a las eclesiásticas, y poseía una firme creencia en la defensa de las minorías y de los valores humanos. Ahora bien su primera etapa literaria se caracterizó por ser una literatura de guerra, ruinas y retorno a la patria.

En esta se insertan algunos relatos y novelas cortos que evocan la atroz experiencia del conflicto bélico y las angustias de la posguerra. Ejemplo de ello es la obra El tren llegó puntual (1949), su primer relato, en este narra la historia de un soldado de permiso que piensa que en el momento de volver al frente, morirá, y resulta ser el único superviviente de su grupo. En el relato Böll empleó la técnica de plano amplio y la elisión, característicos de la narrativa norteamericana, que tiene la finalidad de retratar el ambiente bélico.

En una obra el escritor planteó la visión católica de la indisolubilidad del matrimonio y de la autodestrucción por la falta de ataduras, esta trama se observa en su novela: Y no dijo una sola palabra (1953), un hombre, perdidas las referencias por la guerra y la posguerra, es arrancado de su letargo y devuelto a casa a causa de la separación con su mujer. En dicha obra se aprecia la influencia de E. Hemingway y J. Joyce, en temas como la objetividad del lenguaje, la densidad expresiva y la repetición de palabras como recurso musical.

Un año después publicó la novela Casa sin amo (1954) en donde narra la miserable historia de un niño de once años huérfano de padre, se relata la visión del niño sobre los problemas de la vida familiar de posguerra y el mundo de los adultos, mediante comentarios con una gran crítica social en donde se mezclan los comentarios grotescos y satíricos. Para ese periodo el autor también escribió el relato El pan de los años jóvenes, y  Billar a las nueve y media (1959), una de sus obras más significativas de aquellos años, intenta simbolizar, a través de la historia de una familia renana, el destino histórico de Alemania en la primera mitad del siglo XX.

En 1960 se percibió una suerte de cambio en su escritura a la que él mismo denominó “estética de lo humano”, a favor de la libertad individual y contra cualquier forma de poder o imposición manipulados por una sociedad competitiva y absorbente. Böll comenzó a adaptar un tono humorístico-grotesco presente ya en los siguientes relatos: Los silencios del Dr. Murke y otras sátiras (1958), uno de los mejores relatos de Böll de este estilo fue: Opiniones de un payaso (1963).

Posteriormente nacieron dos grandes títulos novelescos que vienen a formar parte de su etapa final como escritor: Retrato de grupo con señora (1971), donde se narra como la hipocresía del entorno social se enfrenta al candor y la ingenuidad, y El honor perdido de Katharina Blum (1974), esta fue una novela que generó controversia  porque se atreve a denunciar el ambiente violento  imperante a la Alemania de ese momento y denunció también los abusos de la prensa sensacionalista. Otro título que le causó grandes críticas negativas fue Un artículo y sus consecuencias (1975), en defensa de la joven integrante de la banda terrorista Baader-Meinhof, y brindó todo el apoyo a Alexander Solzhenitzin tras su expulsión de la U.R.S.S.

Luego se publicaron obras como: Asedio preventivo (1979), El legado (1982), La herida (1983) y, póstumamente, Mujeres ante un paisaje fluvial (1985), tiene como telón de fondo la ciudad de Bonn. Realmente Böll fue responsable de una vasta producción crítica y ensayística, entre los que cabe destacar Artículos, críticas y otros escritos (1967), y Más allá de la literatura, ensayos políticos y literarios (1979). Por toda esta labor y compromiso social y político en sus obras fue merecedor en 1972 del premio Nobel de Literatura.

Böll no dudó en expresar a través de su obra narrativa el desasosiego que le generó una sociedad marcada por la incomprensión y fanatizada por el peso de las ideologías y los presupuestos morales. De ahí que en sus obras siempre se encontraran seres desvalidos, a quienes la sociedad ha aplastado de una manera cruel y arbitraria, en nombre de principios abstractos que se convierten en algo inhumano e ilógico.

Hasta su muerte, ocurrida el 6 de julio de 1985, Böll creyó firmemente en la importancia de la solidaridad entre los seres humanos, en la autenticidad de las relaciones más allá de toda norma positiva. Fue un escritor que le dio otra visión y otra aplicación a la religión católica, por ello fue un gran crítico de la misma. Fue un escritor con gran valentía que se atrevió a atacar una sociedad cómplice del nazismo que se oculta vergonzosamente tras el montaje del civismo. Un mundo obsesionado por el poder, la producción y el dinero, que usualmente olvida los aspectos esenciales del ser humano.