Artistas
Giotto di Bondone
Biografía de Giotto di Bondone
Giotto di Bondone (1267 – 8 de enero de 1337) pintor. Nació en una región del norte de Florencia, específicamente en la aldea de Vicchio. Se crió en una familia humilde de tradición campesina, desde niño se dedicó al pastoreo. Se dice que fue enviado por su padre a Florencia para que trabajara en el mercado de la lana, el joven aprovechó para frecuentar el taller del pintor florentino Cimabue; el artista más conocido de la época. Así fue como se convirtió en su discípulo. Mientras cuidaba las ovejas empezó a dibujarlas y también a dibujar el paisaje. Cimabue quedaba siempre fascinado por sus trabajos.
Algunos meses después, comenzó a recibir sus propios encargos, la mayoría eran trabajos religiosos. En ese sentido, sus primeras obras fueron dos series de frescos en la Basílica de San Francisco de Asís, este fue un encargo de la orden franciscana que realizó un homenaje a su santo fundador. En esta obra se representan temas bíblicos, y en la parte inferior de los muros, sucesos de la vida de San Francisco de Asís. Sucesos como: la vida del santo, escenas de su vocación, sus milagros y predicaciones, sus retiros de penitencia, su muerte y los diversos milagros.
En su obra El Milagro de la Fuente, Giotto crea escenas creíbles donde las figuras se integran de forma natural en la escena a través de arquitecturas o de un paisaje abierto. Además, individualiza a los personajes con características y rasgos propios. Esto hizo que el arte de Giotto fuera considerado como muy innovador. Utilizó las líneas amplias y redondeadas, en perspectiva, para representar a la figura humana y abandonó la figura plana y bidimensional de los estilos gótico y antiguo. En ese sentido, dotó la figura humana de volumen, peso y naturalismo, lo que hace referencia a una mayor preocupación por el naturalismo.
Su estilo realista, supuso un progreso para la pintura y le permitió ser considerado como uno de los máximos artistas que contribuyeron a la creación del Renacimiento italiano. Sus obras fueron el punto de inflexión entre el arte bizantino, el realista y humanista que floreció en el Renacimiento. Como mencionamos anteriormente este artista se centró en captar profundas situaciones emotivas, personajes en crisis, bajo presión o inmiscuidas en gravísimas situaciones de carácter espiritual.
Cuando su fama estaba en la cumbre fue requerido en casi todo el territorio italiano: príncipes, altos dignatarios eclesiásticos, mercaderes, banqueros y comerciantes. Su reconocimiento fue tal que llego hasta el punto que el papa Bonifacio VIII envió uno de sus mensajeros para que le hiciera llegar alguna pequeña obra, esto con la intención de comprobar los comentarios en la corte y solicitarlo en algún momento para trabajar en Roma.
Este talentoso pintor fue requerido por la Capilla de los Scrovegni, en Papua para realizar unos frescos; estos cubren completamente la única nave de la capilla, en ella se exponen representaciones del Juicio Final, La Anunciación, escenas de la Virgen y sus padres y de la vida de Cristo. En el primer fresco se sitúa la enorme figura de Dios como centro de la composición y se realiza una comparación entre los condenados y los bienaventurados. En el mismo fresco pintó las catorce alegorías de Vicios y Virtudes. La intención era brindar un mensaje para afirmar que los vicios conducen al infierno y las virtudes a la salvación.
Giotto, también realizó pinturas de la basílica de la Santa Cruz en Florencia. En suma, realizó encargos para la capilla Peruzzi en donde representó la vida de San Juan Bautista y de San Juan Evangelista. En la capilla Bardi, recreó algunas escenas de la vida de San Francisco de Asís. Siguiendo la linea religiosa, se le conoce su obra llamada la Madonna de Ognissanti, y el crucifijo de la Iglesia de Santa María Novella en Florencia.
Hacia 1334 se le encargo la dirección de los trabajos de la catedral de Florencia y de las obras urbanísticas de la ciudad. Esta vendría siendo la última etapa de su vida, Giotto diseñó el reconocido campanario de la catedral de Florencia, pero a los meses de comenzar su ejecución la muerte lo sorprendió. Giotto falleció el 8 de enero de 1337, fue enterrado en la antigua catedral de Santa Reparata de Florencia. Gracias a su espíritu ahorrador y su gran inteligencia para manejar sus ganancias su familia, su esposa y seis hijos gozaron de una gran herencia.
Tenemos que destacar que las composiciones de este artista estuvieron cargadas de profunda emotividad. En suma, es considerado el promotor del espacio tridimensional en la pintura europea, ya que le dio un nuevo espíritu a los temas religiosos que dominaron el arte medieval. Por otro lado, para Giotto era muy importante enfocarse en la emoción humana. Los artistas de otras escuelas y generaciones que se han inspirado en él advierten que sus obras demuestras la más íntima e intrincada experiencia del espíritu humano.