Franz Beckenbauer (11 de septiembre de 1945 – 7 de enero de 2024), futbolista profesional. Nació en Múnich, Alemania. Desde muy joven comenzó a practicar el fútbol en pequeñas escuelas de su ciudad. Aunque, esto fue muy complejo porque para ese momento Alemania estaba superando la Segunda Guerra Mundial, y temían por un nuevo ataque por parte de los aliados. Para cuidarse de cualquier amenaza abandonó los entrenos y se dedicó a jugar al fútbol en su barrio de Giesing, entre los escombros provocados por la guerra. Fue testigo de la victoria de Alemania ante Hungría en el Mundial de 1954, hecho que lo motivó aún más.
En 1958 pasó al equipo juvenil del Bayern, situación que no cayó bien a su padre, un jefe de correos que no deseaba que su hijo fuera futbolista. Ahora bien, tuvieron que pasar seis años para que Franz hiciera su primer debut, luego de esto se mostró como un jugador imparable, con el Bayern consiguió la victoria en cuatro campeonatos de la Liga (1969, 1972, 1973 y 1974) y en otras tantas Copas alemanas (1966, 1967, 1969 y 1971). Con sólo 19 años, Franz Beckenbauer fue pieza fundamental en el ascenso del club a la recién creada Bundesliga. Definitivamente, el Bayern de Múnich se convirtió en el mejor equipo de Alemania y terminó siendo uno de los gigantes del fútbol europeo.
Uno de sus logros más importantes fue ser convocado a la Selección de Alemania para la Copa Mundial de Fútbol de 1966. A pesar de sus 20 años, Beckenbauer no fue visto por el entrenador de la selección, Helmut Schön, como un joven que iba a foguearse a esta importante competencia; sino como un arma clave para reforzar al onceno. El ‘Kaiser’, como lo apodaron en el Bayern, fue pieza básica en el esquema del seleccionador alemán. En esta Copa del Mundo fue el autor de cuatro goles y fue elegido el mejor jugador joven del campeonato. No obstante, en instancias finales su gran talento no fue suficiente, la Selección alemana cayó ante la Selección de Inglaterra, 4 a 2.
Franz Beckenbauer se caracterizó por ser un líbero destacado en el fútbol europeo, marcó la diferencia entre los demás jugadores que asumían esta posición. Beckenbauer jugaba con una postura imponente, que expresaba seguridad y confianza, siempre con la cabeza levantada, actuaba de manera inteligente y sorprendía constantemente con sus acciones en el campo. Fue tal que su forma de jugar le valió el apelativo Der Kaiser (‘El Emperador’). Ahora bien, lo que realmente engrandeció la figura de Beckenbauer fue el Mundial de México 1970; su figura fue enaltecida primero por su gran talento y segundo por el hecho de que en semifinales ante Italia sufrió una lesión en el brazo por un choque fuerte con el jugador italiano Facchetti. La fanaticada pensó que el jugador alemán saldría del campo, pero el ‘Kaiser’, siguió jugando increíblemente.
Tras los sinsabores de los Mundiales, Beckenbauer continuó con el propósito de salir campeón con el equipo de su país. Así que, entrenó fuertemente con el propósito de cumplir su meta en la Copa Mundial de 1974, que en suma se llevaría a cabo en su país. Beckenbauer recibió el honor de ser el capitán de la Mannschaft. Alemania se mostró superior durante toda la competencia, situación que les permitió llegar a la final; esta seria jugada contra Holanda en Múnich, su casa. A pesar de que Holanda comenzó ganando con un penalti de Cruyff, la fe alemana, acabó dando el triunfo a la generación del ‘Kaiser’, que por fin pudo sentir la emoción de levantar la copa ante el mundo.
En 1977, el jugador alemán decidió dejar el Bayern, para emprender una nueva aventura en el New York Cosmos. Pelé era jugador de este equipo, aunque la decisión le brindó el honor de jugar con Pelé, jugador que admiro mucho por su participación el Mundial de Suecia de 1958, también lo alejó de las puertas de la selección. En el equipo de la Gran Manzana el alemán siguió ganando títulos. El primero de ellos fue en 1977, junto al jugador brasileño. Los otros dos en 1978 y 1980 sin Pelé. Franz aseguró que este cambió de equipo le permitió conocer nuevas personas, un nuevo idioma, diferentes culturas y además sentirse como un cosmopolita.
Tras cuatro años en New York, el jugador decidió retornar a su país, rápidamente formó parte del plante del Hamburgo. En este equipo solo estuvo por un periodo de dos años, tiempo suficiente para lograr una nueva Bundesliga. A pesar de tener un nivel muy alto en el equipo, el ‘Kaiser’ decidió retirarse y retomar en el Cosmos. Finalmente, tras un tiempo en New York decidió poner fin a su carrera deportiva en 1983. Franz tenía claro que su habilidad para entender el fútbol podía ponerla en práctica desde el banquillo.
En 1984 se hizo cargo como entrenador de la selección nacional alemana. El primer reto que afrontó fue el Mundial de México 1986, en el que Alemania llegó a la final contra la selección de Argentina, a la que no logró vencer. En el Mundial de Italia 1990, se repitió historia solo que esta vez se alzó con el título mundial. En este momento el exfutbolista era el primero en ganar un Mundial como jugador y entrenador. Luego, surgieron rumores de su ida a la selección norteamericana para afrontar el mundial de 1994, pero nunca se concretó. En 1990, fue director técnico del Olympique de Marsella, pero esto no duró demasiado porque fue reemplazado por el belga Raymond Goethals.
Como candidato único a presidir el Bayern, el 14 de noviembre de 1994 fue elegido por tres años para asumir la presidencia de su amado club. En el año 1996 volvió a asumir la dirección técnica del Bayern, consiguiendo con su equipo la Copa de la UEFA. También obtuvo otros logros, el equipo consiguió seis títulos de Liga (96-97, 98-99, 99-2000, 00-01, 02-03 y 04-05), así como la Liga de Campeones 2000-01. A partir de 1996 asumió el papel de presidencia del Comité Organizador del Mundial, alternándolo con el de entrenador del Bayern. Actualmente sigue asumiendo la presidencia del Bayern.
El 7 de enero de 2024, su familia en un comunicado a la agencia de noticias DPA: “Con profunda tristeza anunciamos que mi marido y nuestro padre, Franz Beckenbauer, falleció pacíficamente mientras dormía ayer domingo, rodeado de su familia. Le pedimos que poder llorar en silencio y abstenerse de hacer preguntas”.