Militar
Francisco Bolognesi
Biografía de Francisco Bolognesi
Francisco Bolognesi Cervantes (4 de noviembre de 1816 – 7 de junio de 1880) Nació en Lima, Virreinato del Perú (Perú). Militar peruano, recordado por su participación en la Batalla de Arica (7 de junio de 1880), en la que prometió pelear “hasta quemar el último cartucho”. Por su destacada participación en la Guerra del Pacifico (1879-1883) es considerado Héroe Nacional del Perú. Se formó en el Seminario Conciliar de San Jerónimo y posteriormente estudió contabilidad. Tras trabajar como vendedor ingresó al Ejercitó, ascendiendo rápidamente en el escalafón gracias a su destacada participación en los enfrentamientos de la guerra civil (1856-1858) y la campaña contra Ecuador (1859-1860).
Familia y estudios
Hijo del compositor Andrés Bolognesi y Juana Cervantes, Bolognesi fue el ahijado del marqués de Montemira, Pedro Zárate Navia. Llevó a cabo sus estudios primarios en Arequipa y posteriormente ingresó al Seminario Conciliar de San Jerónimo, donde terminó la secundaria, destacándose en las clases de matemática. Tras la muerte de su padre en 1834, comenzó a trabajar en El Comercio de Arequipa. Por este mismo periodo estudió contabilidad y dominó el francés. Desde 1840, se dedicó a la venta de algunos productos de origen natural por las montañas de Carabaya, pero su interés por la política y la inestabilidad del país le llevó a unirse al ejército en 1853.
Trayectoria militar de Francisco Bolognesi
Tras unirse al ejército en 1853, Bolognesi se especializó en artillería. Una vez terminado su entrenamiento se unió a los primeros combates de la revolución liberal de 1854. Fue nombrado teniente coronel y designado como ayudante del Estado Mayor General en la división de Arequipa. Ese mismo año, se le nombró comisario de guerra y participó en diversas batallas libradas en Arequipa, Cusco, Ayacucho y otros lugares. En abril de 1856, fue trasladó a la Inspección General del Ejército en Lima y en noviembre se le ascendió a edecán de campo del presidente de la República.
El siguiente año comenzó a ejercer como artillero en las batallas libradas durante la guerra civil de 1856-1858, manteniéndose leal al gobierno del mariscal Ramón Castilla. Por su talento y destreza en combate, fue ascendido al grado de coronel efectivo en marzo de 1858. Terminada la guerra civil, se unió al ejército en la campaña contra Ecuador librada entre 1859 y 1860, convirtiéndose en jefe de artillería. Estando encargado del armamento del ejército se le envió a Europa para adquirir más armas y algunos cañones. Regresó de Londres a comienzos de 1862 con nuevo armamento. Posteriormente fue nombrado Comandante General de Artillería, cargo que mantuvo hasta su retiro a finales de 1871.
En 1864, viajó nuevamente a Europa para conseguir nuevas armas y los renombrados cañones Blakely, mismos que envió a su patria, mientras buscaba nuevos fusiles para el ejército peruano. Los cañones enviados fueron usados durante su ausencia en el combate del Callao (2 de mayo de 1866), contra la flota española del Pacífico. Al regresar fue nombrado primer jefe del Regimiento de Artillería de la plaza del Callao y poco tiempo después gobernador civil del Callao. En octubre de 1871, Bolognesi se retiró del ejército, dejando detrás de sí una larga estela de triunfos y destacadas participaciones en combate.
Guerra del Pacifico
Al estallar la Guerra del Pacifico (1879-1833), confrontamiento que enfrentó a Perú y Bolivia contra Chile, Bolognesi fue llamado a reincorporarse en el ejército y luchar por la patria. Se le nombró jefe de la tercera división y como tal participó en las batallas de San Francisco (19 de noviembre de 1879), Tarapacá (27 de noviembre de 1879) y Arica (7 de junio de 1880), siendo esta ultima la más recordada.
Tras varios enfrentamientos ganados, el ejército peruano y boliviano enfrentó la derrota en los combates de Angamos (8 octubre de 1879) y Tacna (26 de mayo de 1880), quedando la mayor parte del territorio en manos de las tropas chilenas. Sólo Arica se mantenía con una guarnición de más de 1.600 hombres al mando de Bolognesi, sin embargo, al estar aislada, su caída era cosa de tiempo. Sin conocer las malas noticias sobre Tacna, Bolognesi pidió apoyo para librar la próxima batalla con las tropas chilenas acercándose, pero no recibió respuesta alguna.
El 5 junio de 1880, un parlamentario chileno, el mayor Juan de la Cruz Salvo, se acercó a pedir la rendición de la tropa peruana al mando de Bolognesi, intentando evitar el derramamiento de sangre, ya que los superaban en número y armamento. El mayor ofreció una capitulación digna para los vencidos, pero Bolognesi se negó a dejar su lugar diciendo: “Tengo deberes sagrados que cumplir, y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”. A esta voluntad de lucha se adhirieron sus hombres, por lo cual no había manera de evitar la batalla. Entendiendo la negativa, el mayor y sus hombres atacaron al día siguiente.
Los enfrentamientos se extendieron dando lugar a la Batalla de Arica (7 de junio de 1880), combate que se extendió por tres horas y media dando la victoria a las tropas chilenas. En el trascurso de la batalla, fallecieron la mitad de los efectivos peruanos incluido el coronel Bolognesi, quien fue ultimado con un culatazo. Sus restos y los de Juan Guillermo More y Ramón Zavala fueron trasladados a Perú en julio de 1880. Actualmente se encuentra en Cripta de los Héroes del Cementerio Presbítero Maestro (Lima).