Realeza

Felipe V de España

Biografía de Felipe V de España

Felipe V de España, también llamado el Animoso (19 de diciembre de 1683 –  9 de julio de 1746) fue un rey de España de la dinastía Borbón. Hijo del gran delfín Luis de Francia,  tras ser nombrado sucesor de Carlos II, se convirtió en el primer rey de la Casa de Borbón en España. Su reinado duró cerca de cuarenta y seis años (1700-1746), con una breve interrupción debido a la abdicación a favor de su hijo Luis I, quien falleció joven en 1724. El suyo, fue uno de los reinados más prolongados más en la historia de la monarquía española. Los primeros momentos de su reinado estuvieron marcados por la Guerra de Sucesión, cuyos últimos rescoldos se extinguieron en 1715. La guerra supuso el fin de la Corona de Aragón.

Felipe V de España

Nacido Felipe de Borbón, duque de Anjou, en Versalles (Francia), Felipe fue el segundo hijo del rey Luis de Francia y de María Ana Cristina de Baviera.  Su abuelos fueron, por ende, el rey Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria. Al no tratarse del primogénito, sus posibilidades de heredar el trono de Francia eran  escasas. La misma situación aplicaba para la corona española hasta que en 1700, sin herederos, Carlos II, lo designó su sucesor. Su elección por el último rey español de la dinastía de los Habsburgo se ligada a la esperanza de que Luis XIV evitara la división del imperio español, al ser su propio nieto el rey de España.

Rey de España

Tras su nombramiento en noviembre de 1700, Felipe dejó Versalles y llegó a España en enero de 1701. Su coronación supuso así el advenimiento de la dinastía borbónica en España. Con 18 años, en un principio su reinado estuvo bajo la tutela de su abuelo, Luis XIV de Francia, mediante una camarilla de funcionarios franceses presidida por María Ana de La Trémoille, la  noble princesa de los Ursinos. Esta situación molestó a la alta nobleza y la oligarquía española y generó un clima de malestar, el cual se complicó cuando el archiduque Carlos de Austria (posteriormente emperador Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico) intentó hacer efectivas sus pretensiones al trono, con el apoyo de la Casa de Aragón. Entonces,  os catalanes mantenían  su resentimiento hacia los franceses debido a la pérdida del Rosellón y la Cerdaña a raíz del Tratado de los Pirineos (1589).

Guerra de Sucesión

En consecuencia, tras su matrimonio con María Luisa Gabriela de Saboya, Felipe viajó a Nápoles (1702) para combatir a los austriacos. Poco después retornó a España para afrontar los ataques de la coalición anglo-holandesa que apoyaba a Carlos y que antecedieron al estallido de la Guerra de Sucesión. Un largo conflicto internacional que en España tomo el carácter de guerra civil enfrentando a las antiguas Casas de Castilla y Aragón y cuyos últimos rescoldos se extinguieron en 1715.

Para 1707, la situación del monarca se tornó crítica al perder Felipe el apoyo de su abuelo Luis XIV de Francia, quien hubo de retirarse del conflicto a causa de los reveses sufridos por Francia en el continente. Sin esperárselo, la muerte del emperador Romano Germánico José I  y la coronación del archiduque Carlos  de Austria  en 1711 dieron un vuelco a las cosas.

Final de la guerra y la caída de la Casa de Aragón

La nueva situación del  Imperio Germánico dio lugar a que británicos y holandeses retiraran su apoyo a Austria para negociar acuerdos con España, entre ellos los tratados de Utrecht de 1713, y el tratado de Rastadt, de 1714, por los que Felipe cedía su dominio sobre los Países Bajos,  la colonia de Sacramento, Menorca, Gibraltar, otras posesiones europeas y sus derechos sucesorios a la corona en Francia, a cambio ser reconocido como rey de España.

Reformas y otras campañas

Finalizada la guerra, Felipe emprendió una profunda reforma administrativa del Estado español, del tipo centralista. Por un lado fortaleció el Consejo de Castilla, el Consejo Supremo de la Corona de Castilla, y por otro, mediante un decreto, dio por disuelta la Corona de Aragón. Redujo al mínimo su autonomía y desmantelo todas sus instituciones.

Tras la muerte  de su primera esposa, el monarca se casó con Isabel de Farnesio, más tarde su principal consejera; apartó a la camarilla franceses y tomó las riendas del poder para asegurar el futuro de sus hijos: Carlos y Felipe. Impulso  campañas en Italia y  los Pirineos para recuperar los territorios perdidos durante la guerra, sin embargo la intervención británica obstaculizo su propósito.

Últimos años

Con la esperanza de reinar en Francia, en 1723, Felipe abdicó a su título en favor de su hijo Luis I. No obstante, la prematura muerte  de Luis  ese mismo año forzó su regreso. La segunda etapa de su reinado, sin embargo, estuvo marcada por el avance de su enfermedad mental y el control que ejerció su esposa en los asuntos del Estado. Gracias a los pactos resultados de las guerras de Sucesión de Polonia y Austria, pudo asegurar  el futuro de sus hijos con Isabel. El infante Carlos conservó trono de España y el infante Felipe obtuvo el Milanesado, Parma y Plasencia.

La ocupación de estos territorios provocó un bloqueo naval por parte de Gran Bretaña, cuyas consecuencias económicas Felipe no llegó a ver al fallecer el 9 de julio de 1746. Le sucedió en el trono su hijo Fernando VI, último hijo de su matrimonio con María Luisa de Saboya. Al morir este sin descendencia, el trono español cayó en manos de Carlos III, primogénito de su matrimonio con Farnesio.