Cayo o Gayo Julio Fedro(h.20-15 a.C- h. 50 d.C). Fabulista romano. Fue autor de cinco libros de fábulas en verso. La poca información que se conocen de su vida ha llegado a nuestros días a través de su propia obra. Su nombre también es conocido por el Fredo, uno de los diálogos más bellos y poéticos escritos por Platón.
Fedro nació en Macedonia durante el principado de Augusto, entre los años 20 y 15 a.C. Posiblemente era de Pieria, pues, según se lee en el prólogo del libro III, el poeta estaba orgulloso de haber nacido en la tierra de las Musas o el monte Pierio. Aunque era esclavo, gozó de un buena educación sobre todo en latín. Probablemente, Fedro fue llevado a Roma siendo un niño; una vez allí entró al grupo de esclavos de Augusto, del que fue luego liberto.
En tiempos de Tiberio se granjeo la enemistad del ministro Sejano, quien lo acusó de haber hecho alusiones malintencionadas en sus primeros libros de fábulas. Fedro resultó condenado por el supuesto delito y cayó desgracia. La precariedad económica en la que vivió le llevó a buscar apoyo en los libertos ricos e influyentes, como Eutico y Particulón, a los cuales dedicó dos de sus obras. Escribió su últimas obras ya mayor
Fue autor prolífico. De su obra se conservan más de un centenar de fábulas en verso agrupadas en cinco libros. Algunos de sus libros fueron significativamente breves; por ejemplo, el libro II contiene ocho fábulas y el libro V, consta de diez. A estos cinco libros se debe añadir las 30 fábulas del Appendix Perottina, que fueron publicadas por el Niccolò Perotti en una edición moderna de la obra de Fedro hacia el 1465.
Aunque anteriormente otros autores habían insertado fábulas en sus obras, Fedro fue el primero de los poetas antiguos en escribir
Su estilo era simple y claro. Sus intenciones se reflejaban claramente a través de los elementos del lenguaje hablado. Después de ser ignorada en su época, su obra comenzó a circular a partir de la Edad Media. En la segunda mitad del siglo XV, el humanista Nicolò Perotti reunió sus cinco libros de fábulas y las 30 fábulas inéditas, lo que dio a conocer un poco más su obra hasta la edición de Pierre Pithou, en 1596. Desde entonces su nombre se encontró junto a los grandes autores.
Fábula del lobo y la cabra
Encontró un lobo a una cabra que pastaba a la orilla de un precipicio. Como no podía llegar a donde estaba ella le dijo: Oye amiga, mejor baja pues ahí te puedes caer. Además, mira este prado donde estoy yo, está bien verde y crecido.
Pero la cabra le dijo: Bien sé que no me invitas a comer a mí, sino a ti mismo, siendo yo tu menú.