Historia
El liberalismo español
Historia del liberalismo español
El liberalismo español (1810) el liberalismo ha estado presentado durante la mayoría de la vida política española, el primer partido liberal gobernó desde principios del siglo XIX, y fue abanderado por los «Cien Mil Hijos de San Luis». Luego de la muerte de Fernando VII (1833) el liberalismo comenzó a mutar y tener diversas formas. Gracias a la Constitución de Cádiz de 1812 y al Derecho Natural se extendió considerablemente la influencia del liberalismo español por toda Europa. El primer liberalismo español también tuvo repercusión en el territorio americano. Cuando llegó el incipiente liberalismo generó un golpe al tradicionalismo. El periodo del carlismo fue el más cuestionado por el rigor religioso y la solidez de las instituciones tradicionales.
De este modo, podemos percibir un conflicto profundo entre el liberalismo y tradicionalismo. Las clases altas se mostraban a favor del nuevo sistema político. Dentro de este panorama se evidenciaba los choques y divisiones entre revolución y contrarrevolución.
Fases del liberalismo español
el liberalismo gaditano (1808-1814) estuvo atravesado por un periodo de conflicto civil entre los patriotas y el bando afrancesado, este último representaba a la intelectualidad española con ideas políticas avanzadas. Dentro de este grupo también se encontraban los jovellanistas; se caracterizaron por su postura moderada, dubitativa ante los cambios revolucionarios pero convencida de la necesidad de cambiar el Antiguo Régimen. Los afrancesados tuvieron que exiliarse en dos ocasiones: 1814 y 1823. Varios se fueron a Londres, bajo la protección de Lord Holland.
Posteriormente, nació la facción liberal de los doceañistas, su irrupción se dio en el Trienio liberal (1820-1823), poco tiempo atrás había terminado el reinado de Felipe VII y fue posible la instauración de un gobierno de carácter liberal, conocido como el trienio liberal. En este periodo fundamentalmente se desarrollaron leyes y decretos basado en la constitución liberal de 1812, y se difundieron las ideas de los liberales de Cádiz. Por ejemplo, el coronel Rafael del Riego en Cabezas de San Juan ordenó al rey acatar la Constitución, decretar una amnistía y convocar elecciones.
Pero, el Trienio liberal terminó con la llegada de la Década Ominosa (1823–1833) y la restauración del absolutismo. Vuelve un nuevo periodo de exilios. Los que quedaron fueron procesados judicialmente, desaparecidos o marginados. Rafael de Riego fue ahorcado en la Plaza de la Cebada de Madrid. Debemos destacar que en este periodo se dio una emergencia y desarrollo de una historiografía liberal y estableciendo una relación entre Historia, cultura e identidad colectiva, que marcaron las pautas del pensamiento y la literatura española a lo largo del siglo XX, se creó la figura del «genio del pueblo» tratando de hallar ese espíritu del pueblo en la literatura, arte y psiquismo, aquí intervenían sentimiento, ideas y convivencia.
Posteriormente, arribó en el reinado de Isabel II (1833-1868) la total instauración del Régimen Liberal que surge luego de la Revolución Liberal. A este periodo también se le conoce como liberalismo isabelino. En dicho periodo surgieron el moderantismo y la Unión Liberal. El primero conformó el Partido Moderado, sus políticas estuvieron influidas por el doctrinarismo francés y el conservadurismo británico.
Ahora bien, fueron necesarias alrededor de cinco décadas para que se generan cambios en todos los aspectos. Por ejemplo, en el campo político surge una democracia representativa gracias al sufragio universal masculino, se integraron los poderes administrativo y legislativo; pero el judicial se rigió de manera independiente por la Administración de Justicia. También se dio paso a la creación de diversos partidos políticos que tenían la oportunidad de ser elegidos en elecciones regulares, y se garantizó la alternancia en el ejercicio del poder. Socialmente con la consagración de los Derechos Humanos Universales surgieron las libertades individuales. La idea del respeto a la propiedad privada fue muy contundente, se instauró un sistema de Libre Mercado, a través del ejercicio de la oferta y la demanda.
En definitiva, el Estado liberal se edificó sobre los principios proclamados de la soberanía popular, la división tripartita del poder público, el cumplimiento del principio de legalidad e igualdad formal, la libertad y la igualdad, en suma, la protección de los derechos fundamentales básicos. De esta época se generaron y desarrollaron las ideas liberales del siglo siguiente en donde un Estado liberal debe permitir y facilitar el desarrollo de un hombre libre, igualitario y racional, sus acciones deben estar ligadas al progreso de la sociedad. Asimismo, es indispensable la separación de lo privado y de lo público, esto pensando en la autonomía del individuo para escoger su proyecto de vida y dirigir su camino con base a sus convicciones.