David de la Trinidad Manzur Londoño, mejor conocido como David Manzur (14 de diciembre de 1929). Pintor colombiano. Su tierra natal es Neira, Caldas, Manizales. Hijo de un comerciante libanés, de nombre Salomón Manzur y de la colombiana Cecilia Londoño Botero. Pasó su niñez y adolescencia en varios lugares del mundo, debido a la profesión de su padre, estuvo en Bata, Guinea Ecuatorial, Islas Canarias y Sevilla, España. Tuvo que soportar los ultrajes de la Guerra Civil Española, en ese momento tuvo que ser internado en un colegio católico, y la Segunda Guerra Mundial. Cuando salió del colegio se trasladó a la capital española, con la finalidad de cumplir su sueño de ser pintor, Manzur estudió en la Escuela de Arte Claret. Posteriormente, regresó a Colombia e ingresó a la Escuela de Bellas Artes en Bogotá en donde estudió artes plásticas, música y declamación, logró una corta pero nutrida carrera en el teatro.
Terminando esta etapa en Bogotá, haciendo honor al espíritu nómada de su padre, David Manzur decide en el año de 1954 viajar a Nueva York, tras haberse postulado a un cupo en el Art Student’s League. Algunos años después, ganó el primer Premio Fundación Guggenheim, otorgada por la OEA para realizar estudios en el Pratt Graphic Art Center, también en Nueva York. Simultáneamente, se desempeñó como asistente de Naum Gabo, escultor ruso exponente del movimiento constructivista y pionero del arte cinético. Gracias al conocimiento trasmitido por Gabo, Manzur adoptó el Constructivismo como parte importante de sus primeras obras entre los años 1960 y 1970.
Las obras se caracterizaron por el uso de materiales como madera, hilo y alambre, con ellos logró crear ensamblajes, reflejando la interacción de volumen y luz que producían hermosos y fascinantes juegos de sombras y transparencias. Afirma que, en esta ocasión, también se vio inspirado en su admirada escultura alemana Eva Hesse, esta artista utilizó de modo pionero el látex, la fibra de vidrio y el plástico. Lamentablemente, esta artista murió muy joven, Manzur siempre se ha lamentado por ello. También admira a la escultora colombiana Doris Salcedo; sus instalaciones construidas básicamente por muebles, en donde relata la situación política del país.
Sus obras producidas, posteriormente, fueron de carácter religioso. Podemos destacar: San Sebastián. Esta obra ha estado colgada en diversas exposiciones del mundo: Washington, Nueva York, Madrid y Argentina, entre otros países, y ha recibido distinciones de la Guggenheim Fundation y del Pratt Graphic Art Center.
Ahora bien, sus creaciones han sido exhibidas alrededor del mundo. Sus pinturas contemplan desde los rigurosos estudios sobre el desnudo y sobre el vestido, hasta los retratos y los bodegones. Su pintura no se encasilla; por el contrario, nos muestra una amplia gama de variedades artísticas. Algunas de sus obras se encuentran expuestas en Estados Unidos, en partes como la Unión Panamericana de Washington, el Banco Interamericano, la Biblioteca del Congreso y el Museo de la Universidad de Oklahoma. Sus obras también hacen parte de colecciones como Loockwood, Cleveland, entre otras. También desarrolló obras murales, en las ciudades de Bogotá, Cali y Miami. David Manzur también acompañó la pintura con la música, la danza y la actuación.
Fundó el taller David Manzur, en Barichara, Santander
Sus viajes constantes por varios lugares del mundo, le permitieron nutrir su carrera artística, por ejemplo, tiene influencias del arte barroco español, influido por pintores como Diego Velázquez, Zurbarán y Juan Sánchez Cotán. Por otro lado, toma elementos de los pintores realistas norteamericanos del Siglo XIX como William Hartnett y John F. Peto. David Manzur emprendió una nueva etapa de su obra figurativa en la que resaltó la naturaleza muerta, la transverberación de Santa Teresa, la figura e historia de San Sebastián y, especialmente, el uso del caballo en diversas situaciones, por lo cual ha ganado reconocimiento.
Ha sido reconocido como uno de los artistas más importantes del país, por ello, el Premio Aplauso le fue concedido en el año 2002. Este galardón resalta la labor de recalcados artistas colombianos que se desarrollan en áreas como la música, la plástica, el teatro o las letras. El Premio Aplauso ha sido cedido a Germán Arciniegas, Víctor Hugo Ayala, Enrique Buenaventura, Lucho Bermúdez, Rodrigo Arenas Betancourt, Sonia Osorio, Fanny Mikey y Manuel Zapata Olivella, entre otros.
Del 23 de noviembre al 15 de enero de 2011, estuvo en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, su vibrante exposición llamada Ciudades oxidadas. Es el resultado del trabajo de diez años, se compone de 48 obras creadas y gestadas a partir de las experiencias de este pintor amante de la literatura gótica y el cine. Sus cuadros contienen un toque oscuro, a través de su interpretación comparten la niñez del artista y las vivencias del colegio, en donde escuchó tétricas historias de santos que hasta hoy han marcado la manera de pintar en el lienzo. De ésta exposición, para el autor, la obra más importante es Down Town Velázquez. En el mismo lugar, presentó su exposición titulada Un pez en mi estancia. Esta tuvo ocasión en mayo del 2015. Su más reciente exposición es Obra Negra expuesta en la Galería La Cometa, dicho conjunto de creaciones supuso una ruptura radical con su obra pasada, debido a la utilización de nuevas técnicas en sus lienzos.
David Manzur, representa la expresión de un espíritu moderno enlazada con el dramatismo del arte antiguo. Sus pinturas parecen espectaculares momentos captados en el instante indicado. Este gran artista vive y trabaja actualmente en Bogotá.