Políticos
Clístenes
Biografía de Clístenes
Clístenes de Atenas fue un político de la Antigua Grecia, famoso por haber introducido el sistema democrático a la ciudad de Atenas, el cual se sustentaba en que todos los ciudadanos eran iguales ante la ley (lo que se conoce también con el término de isonomía). Nació en el 570 a. C. y murió en el 507 a. C., a la edad de 63 años. Como hijo de Megacles II, fue parte de las familias eupátridas de los Alcmeónidas, quienes decían provenir de la descendencia del mítico Neleo, hijo de Poseidón. Por sus novedosas ideas democráticas, Clístenes no era bien recibido por la oligarquía de la capital griega, por lo que buscó aliados dentro de la facción democrática, liderada en aquel entonces por el aristócrata Iságoras, quien tenía por padre a Tisandro. No obstante, luego de que se terminara la tiranía de Hiparco y de Hipias, Clístenes tuvo que luchar por el poder de Atenas con Tisandro, quien se había aliado con Cleómenes I, rey de Esparta, para exiliarlo. Por suerte, Clístenes recibió el apoyo de los Alcmeónidas y pudo continuar en la ciudad.
Como Clístenes había ejercido el cargo de arconte (magistrado o gobernante) durante la tiranía de Hiparco e Hipias, sabía muy bien cómo funcionaba esta forma de gobierno, la cual le otorgaba poderes extraordinarios al dictador de turno y no le impartía sanciones a este por actuar de mala manera. Así que lo primero que hizo como legislador fue negarse rotundamente a reorganizar Atenas bajo una dictadura, así que ejecutó el ostracismo, una política según la cual todo ciudadano con intenciones de destruir la democracia y establecer otro tipo de gobierno debía ser castigado con el exilio. Luego de esto, y con la ayuda del pueblo, reformó la institucionalidad ateniense para crear un sistema político que tuviera la participación directa del ciudadano.
De esta forma, Clístenes llevó a cabo varias reformas en Atenas. Una de las más importantes de ellas, conocida como la Reforma social, tuvo por objeto reordenar el Ática en diez tribus y no en cuatro, como lo estaba antes. Esto con el fin de que hubiera un número mayor de participantes dentro de las decisiones políticas. Entonces, el Ática se dividió en tres regiones: Atsy, la zona urbana; Paralia, la zona marítima; y Mesogea, la zona central. Cada una fue, a su vez, divida en diez tritías (distritos) con poblaciones equivalentes. Estas luego fueron agrupadas en grupos de tres para consolidar una phýlē (tribu), dando lugar a diez tribus en total que no compartían intereses: Antioquea, Acamántide, Ayántide, Cecropia, Egea, Enea, Erectea, Hipopóntide, Leóntida y Pandionisia.
En la Constitución de los Atenientes, Aristóteles describe este proceso de la siguiente forma:
«El pueblo tenía confianza en Clístenes, el cual se hallaba entonces a la cabeza de las masas, tres años después del derrocamiento de los tiranos, durante el arcontado de Iságoras. Lo primero que hizo fue repartir a todos los ciudadanos en diez tribus en vez de las cuatro antiguas (…) con el fin de que participaran más personas en la vida política (…) Hizo después la boulé de quinientos miembros en vez de cuatrocientos, cincuenta de cada tribu (…) Dividió además el territorio en treinta partes atendiendo a los demoi: en diez partes la ciudad y alrededores, en otras diez la ribera y en diez también el interior. Llamó a estas treinta partes tritias y adjudicó por sorteo tres a cada tribu de forma que cada una de ellas participara de todas las comarcas (…) Los atenienses se llamaban a sí mismos por los demoi. Creó también demarcos (…) Con estos cambios, la constitución se hizo mucho más democrática que la de Solón». (Aristóteles, Constitución de los Atenienses)
Sin embargo, la principal reforma que Clístenes ejecutó en Atenas fue la de sus instituciones, sustentando en un sistema más equitativo de participación ciudadana. De esta forma, los derechos heredados por virtud familiar (conocidos como aristocracia, según la cual sólo tenían derecho a la participación política los hijos de los nobles y estos, a su vez, heredaban este derecho sus hijos y así) y los derechos obtenidos por la riqueza (conocidos como timocracia de Solón, según la cual sólo tenían derecho a la participación política quienes tuvieran un cierto número de riquezas), fueron reemplazados por la igualdad de derechos entre todos los ciudadanos. Estos, organizados en las tribus antes mencionadas, trabajaban entonces colaborando con otros ciudadanos de distintas partes del Ática, tomando decisión para el bien común y no en pro de un territorio geográfico específico. Para las decisiones más importantes, Clístenes creó la Ekklesía, una asamblea en la que se reunían todos los ciudadanos para desempeñar su función política. También creó el sistema de la Boulé, en la que los cargos públicos eran sorteados entre los ciudadanos dando a entender que cada uno de ellos podía ejercer de político. Esto, por supuesto, se opone al sistema de votación.