Charles Romuald Gardès más conocido como Carlos Gardel, fue un cantante, compositor y actor argentino que se hizo ícono del tango a nivel internacional. Nació en Toulouse, Francia, el 11 de diciembre de 1890, aunque hay una hipótesis que dice que nació en Tacuarembó, Uruguay en 1887. Murió en Medellín, Colombia, el 24 de junio de 1935 con tan solo 44 años de edad.
Su figura goza de una enorme dimensión y por ello su biografía está llena de leyendas e incógnitas. El “zorzal criollo” ha sido utilizado como santo en su tumba pues lo visitan para pedirle trabajo y salud; en Argentina al decir “es Gardel” se quiere decir “es incomparable” y eso dice lo suficiente sobre su imagen y obra musical.
De su infancia no se sabe mucho, solo que su madre era Bèrthe Gardès quien nunca supo con exactitud quien era el padre de su hijo, nacido el 11 de diciembre. Otros dicen que lo anterior es una historia creada para ocultar su verdadero linaje, hijo ilegitimo de Carlos Escayola y María Lelia Oliva.
Sea como fuere, se supone que vivió en los suburbios de Buenos Aires pues su madre Bèrthe huyó ahí en busca de mejor fortuna, aunque al parecer el pequeño Gardel creció entre calles pequeñas, peligrosas e inseguras.
De su adolescencia se hacen comentarios como: “Charles se convertirá pronto en Carlitos, un muchacho despierto, simpaticón e irascible cuya única ansia consiste en alcanzar el lujo de los ricos y ganar montañas de dinero. Con dieciocho años desempeña toda clase de pequeños trabajos y ya deja oír su aterciopelada voz en esquinas, reuniones familiares y garitos. Detesta el trabajo duro, rinde culto al coraje, santifica la lealtad a los amigos y se esfuerza por imitar a los adinerados acicalándose con un esmero narcisista y casi femenino”
Así, Gardel nota que el tango se ha hecho muy famoso en Francia como “pensamiento triste que se baila” y decide ir rumbo a ese género musical, de por sí cantar era una de sus vocaciones. Al principio, canta en cafés con el sobrenombre de “El morocho” y así logra mostrar una gran sensibilidad y un genio artístico original para el tango. Por esa época el tango no estaba del todo evolucionado y fue con Gardel que llegó a un lamento nostálgico cantado para admirar y bailar; y Gardel lo dio a conocer en todo el mundo.
En 1915, formó pareja con José Razzano, un intérprete de tangos más experimentado y famoso, y a raíz de una presentación en el teatro Esmeralda de Buenos Aires dos años después llegaron a convertirse en celebridades. Pero, su unión terminó en 1925 cuando Gardel partió solo hacía Europa pues su compañero había sufrido una enfermedad en la garganta y se vio obligado a abandonar el canto. Fue en ésta época cuando Gardel llegó al pináculo de su fama con canciones que decían frases como
Su figura resaltó aún más en España y debutó allá en 1925 en el teatro Apolo de Madrid y en el teatro Goya de Barcelona el 5 de noviembre. Su música tuvo tanta repercusión ahí que hizo de la ciudad su centro de operaciones.
Se hizo famoso no solo por su voz y letras sino por su apariencia especialmente entre las mujeres. Se hizo conocido un episodio con “la sombra de Gardel”, una bella francesa que seguía al cantante por todos partes después de verlo en el cabaret de Florida en París. “Cuando por la noche me retiro a mi cuarto del hotel, doy por muy bien pagados mis esfuerzos si le he oído cantar tres o cuatro canciones”, confesaba esta admiradora.
Gardel, además, fue actor y actuó en películas como Flor de durazno, Luces de Buenos Aires, Melodía de arrabal, El día que me quieras
A pesar de la imagen que daba, al parecer Gardel era un hombre contemplativo y fácilmente víctima de la tristeza. Sobre su vida sentimental él dijo que nunca se había enamorado “porque todas valen la pena de enamorarse y darle la exclusividad a una es hacerle una ofensa a las otras”.
En 1934, en el cenit de su carrera, comenzó una gira por Hispanoamérica, donde era muy famoso. Fue en ésta gira donde murió pues el 24 de junio de 1935 mientras viajaba en avión de Bogotá a Cali en Colombia, su avión se vio envuelto en un accidente y acabó con la leyenda. De este suceso se ha especulado mucho sobre peleas entre Gardel y el piloto u otros personajes pero se dictaminó que fue por culpa de fuertes vientos que hicieron perder el control de la maquina al piloto. El mundo entero lloró su muerte y Gardel ha logrado vivir eternamente en el corazón de la música, en el Tango.