Músicos

Blas Parera

Biografía de Blas Parera

Su nombre completo era Blas Perera Morat, pero se le reconoce como Blas Parera. Nació en Murcia, España el 3 de febrero de 1776. Fue un músico y compositor, célebre por haber sido el autor de la música del Himno Nacional Argentino.

Blas Parera realizó sus estudios en la ciudad Mataró, ciudad a la que se trasladó junto con sus padres siendo muy niño. Allí, dio inicio a su carrera musical, cantando en el coro de su escuela y tocando el armonio en el convento de las Carmelitas.

En 1793 emigró hacia América, teniendo para entonces veinte años, y cuatro años más tarde, en 1797, se radicó en Argentina, instalándose en Buenos Aires. Lugar donde se dedicó a ser compositor.

Entre los años 1802 y 1803, fue músico en la iglesia de San Francisco, ubicada en Montevideo, Uruguay. Meses más tarde, retornó a Buenos Aires y se desempeñó como maestro en el Colegio de Niños Expósitos y también de manera particular, impartiendo clases de instrumentos como el violín, el piano y el laúd. Sumado a ello, también tocó el órgano​ en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y en las iglesias de San Nicolás, San Ignacio y La Merced.

Un tiempo después, Blas Parera llegó también a actuar en público tocando instrumentos como el violín y el clavicordio e incluso componiendo algunas tonadillas

. Su carrera musical, dio un gran paso en 1804, cuando fue nombrado director de la orquesta del Teatro de Porteño, y más tarde, también de la del Teatro Argentino (entonces conocido como Coliseo Provisional de Comedias de Buenos Aires) desde su fundación hasta el año 1806. Blas Parera, inclusive llegó a participar en la defensa de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas, de forma voluntaria.

En 1809, el 14 de octubre, en la iglesia de San Nicolás de Bari, Blas Parera contrajo matrimonio con una de sus alumnas: Facunda del Rey. Facunda, era una huérfana de quince años que vivía en el Hogar de los Niños Expósitos, donde cantaba en el coro. Antes de realizar dicha unión, Blas había pedido permiso al virrey para contraer matrimonio, al cual este efectivamente dio aprobación.

En los cuatro años posteriores a dicho acontecimiento, se le designó la composición de un himno para las Provincias Unidas del Sur.

Así, luego de numerosos intentos, concluyó su composición: “La Marcha Patriótica”, gracias a la cual, se cree que recibió la suma de doscientos pesos, ​un monto que representaba una cantidad considerable para la época.

Entonces, en 1813, el Gobierno de Argentina escogió dicha composición de su autoría como música para el himno nacional del país

y la letra de éste fue obra del célebre escritor y político argentino: Vicente López y Planes. De esta manera, el nuevo himno nacional, se interpretó públicamente por primera vez el 28 de mayo de ese mismo año, con motivo de los actos de celebración para conmemorar el tercer aniversario de la Revolución de Mayo.

Posteriormente, dicha composición sufrió múltiples modificaciones, tanto en su letra, la que se decidió abreviar, como en sus arreglos musicales, a los que dio una forma definitiva Juan Pedro Esnaola en 1860.

Cabe aclarar que, en aquel tiempo, el himno nacional (originalmente: “Marcha Patriótica”) se solía cantar de continuo en los actos oficiales, en el teatro y hasta en tertulias. Pero para entonces, tenía una duración de veinte largos minutos, lo que conllevó a la ya mencionada reducción de estrofas y demás.

A mediados del mismo 1813, se trasladó a Río de Janeiro para realizar algunos estudios con el maestro Marcos Antonio Portugal.

En 1815, Blas Parera retornó a Buenos Aires y transcurridos aproximadamente dos años, nació su hijo Juan Manuel y además de éste, tuvo otras dos hijas llamadas Dolores y Juana.

Blas Parera decidió regresar en 1817 a su patria, España. Cabe recordar que era catalán y sintió el llamado al retorno, aunque no sólo eso, también se cree que dado que era español se sintió inquieto ante los asesinatos de grandes figuras como Álzaga y Moreno, el primero murió por ahorcamiento y el segundo por un presunto envenenamiento, hechos que hicieron que una vez desembarcó en Cádiz se ordenara que tuviera constante vigilancia en pro de garantizar su seguridad.

Vivió unos años en Barcelona hasta que se instaló definitivamente en Mataró, aquella ciudad donde había trascurrido su infancia y adolescencia. Para entonces, ya habían quedado atrás los conciertos y las clases. Se había retirado definitivamente de la actividad musical.

Así, el 7 de enero de 1840 dio su último suspiro en la pobreza, siendo enterrado en una fosa común.

Sin embargo, en homenaje a su notable figura, se le dio su nombre a un pueblo argentino situado en la provincia de la Pampa, y en 1933, se hicieron en Argentina algunos monumentos en su honor con una piedra trasladada expresamente desde Montserrat.