Aída Merlano (19 de marzo de 1976) abogada y política. Nació en Barranquilla, Colombia. En su niñez estuvo inmiscuida en la política porque su padre era miembro del Partido Conservador, ella solía acompañarlo a los eventos políticos. Más adelante, fue líder civil. Al terminar sus estudios comenzó a estudiar Derecho en la Universidad Libre.
En el año 2011 se lanzó como diputada del Atlántico hasta 2014, fue elegida con la votación más alta en su departamento: 39.347 voto para ello contó con el apoyo de Roberto Gerlein y Efraín Cepeda políticos del Partido Conservador. Hasta el 2018 fue Miembro del Congreso de la República de Colombia y de la Cámara de Representantes de Colombia por el partido mencionado.
Realmente no era muy visible en el campo político a nivel nacional. Sin embargo, era escuchada por sus relaciones con el veterano Roberto Gerlein. Luego, obtuvo la ayuda de su hermano: Julio Gerlein, senador. Él fue el responsable de darle su lugar en el Senado de Colombia. Fue elegida con 73.250 votos. La senadora tuvo varios contradictores, por ejemplo, la senadora Angélica Lozano quien aseguró en su cuenta oficial de Twitter que nunca le conoció algún proyecto de ley o siquiera un aporte en los debates del Congreso.
La Fiscalía reveló que Merlano llegó al Senado luego de comprar votos; el voto se pagaba a 40 mil pesos, la red de Merlano tenía un modus operandi en el que cada líder encargado de asegurar los votos podía comprobar cada voto con dos formatos. Un acta de compromiso y uno de seguimiento. La sede de campaña fue allanada y se encontraron información electoral, armas y mercados y la suma de 260 millones de pesos en efectivo.
En 2018, La Fiscalía General de la nación emitió una orden de captura por los siguientes delitos: corrupción al sufragante agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego accesorios, partes o municiones, ocultamiento, retención y posesión ilícita de cédulas y concierto para delinquir. Por otro lado, se hallaron registros audiovisuales en donde aparece Merlano entregando dinero a líderes que se encargaban de pagar a los electores por su voto. Se identificaron dos fuentes de financiación: Una del sector público (contratistas del Concejo de Barranquilla) y otra del sector privado a través del empresario Julio Gerlein.
El 17 de abril de 2018 fue enviada a la cárcel El Buen Pastor de Bogotá tras decisión de la Sala de Instrucción 3 de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. Fue condenada a 15 años de prisión en el mes de septiembre.
El 1 de octubre de 2019, los colombianos se enteraron de una grave situación: Merlano se fugó de la cárcel. Todo sucedió cuando Merlano fue dejada salir a una cita en el Centro Médico de la Sabana, ubicado al norte de Bogotá, en horas de la mañana para realizarse un tratamiento estético dental. A las 3 de la tarde se informó que estaba ausente. Merlano descendió del tercer piso del centro médico por medio de una soga atada a una mesa, para después escapar en una motocicleta conducida por una persona desconocida que tenía una maleta de Rappi (empresa de domicilios). La situación generó un mar de cuestionamientos sobre el descuido de los miembros del INPEC.
Para escapar, según un video revelado, tuvo la ayuda del odontólogo, Guillermo Cely, y también de sus hijos: Aida Victoria y Javier; el último es menor de edad. Javier fue el encargado de llevar la soga con la que Aida descendió. Luego, Victoria y Javier fueron detenidos en Barranquilla y enviados a audiencia en los juzgados de Paloquemao, mientras que, Cely se entregó voluntariamente. El odontólogo manifestó que desconocía los planes de fuga de Merlano.
Se cree que la hija de la prófuga podrá afrontar 13 a 30 años de prisión y Cely la condena podría enfrentar 10 a 20 años por el delito de fuga de presos en concurso. Ninguno aceptó los cargos, sin embargo, permanecerán privados de su libertad.
Jazmín Becerra, quien purga una condena de 16 años tras ser parte del cartel de la devolución del IVA, asegura que Yeico Manuel Vargas Silvera, excompañero sentimental de Merlano, la visitó tres días antes de la fuga. Pero, no aparecería en el registro de visitas de Merlano. Él sacó varias bolsas de plástico de su celda.
Por otro lado, Margarita Díaz Martínez, exjuez del Meta vinculada a un caso de corrupción judicial por favorecer varios miembros de un grupo paramilitar. Díaz y Oliveros (exfiscal, cumple condena de 21 años de prisión por nexos con alias Guagua, un cabecilla del ‘clan del Golfo’) amenazaron a otras reclusas tras la fuga. Díaz y Merlano se comunicaron telefónicamente con la exgobernadora de San Andrés Aury Guerrero, en prisión domiciliaria y condenada por un multimillonario robo al departamento.