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Religión

Historia de la Celebración de la Divina Misericordia

Misericordia
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HISTORIA DE LA CELEBRACIÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

La Celebración de la Divina Misericordia es una devoción especial cristiana promovida por la iglesia católica, que se comenzó a esparcir por el mundo entero a partir del diario de una monja muy joven polaca desde 1930. El mensaje no es nuevo, pero nos recuerda lo que la iglesia siempre ha enseñado por medio de las Sagradas Escrituras, Dios es Misericordioso y nos perdona por lo tanto nosotros debemos ser también misericordiosos y perdonar.

El mensaje y la devoción a “Jesús” como la Divina Misericordia están basados en los escritos de la Santa “María Faustina Kowalska”, con una educación básica no completa que, en obediencia a su Director Espiritual, el Rev. P. Miguel Popocko escribió un diario pues su misión era transmitir lo que quería Nuestro Señor Jesucristo, es decir que todo el mundo conociera la Misericordia de Dios. Su Diario es un impresionante relato de las ascensiones y de la oscuridad del alma, es un testimonio de una fe difícil e inquebrantable. Es, ante todo, un testimonio de la confianza total a la infinita Misericordia de Cristo. El diario está contenido en seis cuadernos. Sor Faustina escribía como pensaba y hablaba, cada frase es una fuente de conocimiento divino.

En 1980, el Santo Padre Juan Pablo II dedicó a la Divina Misericordia su segunda Encíclica: Rico en Misericordia.

Sor Faustina escribió en su Diario:

“Oh Dios mío, Amor mío, porque sé que en el momento de la muerte empezará mi misión”.

Así fue, después de su muerte, el 5 de octubre de 1938, la devoción de la Divina Misericordia se ha propagado por todo el mundo.

La confianza de la Divina Misericordia fue llevada a los Estados Unidos por el Rev., P. José Jarzebowski, de la Congregación de los padres Marianos de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, quien supo del mensaje por el confesor de María Faustina. Después de milagrosa liberación de manos de los hitlerianos y los rusos, pasando por el Lejano Oriente, en 1941 vino a los Estados Unidos. El Rev. P. José, ánimo a sus hermanos de la futura provincia de San Estanislao Kostka a propagar el mensaje y en poco tiempo la devoción a la Divina Misericordia llegó a México.

A esta sencilla monja sin grandes estudios, pero valerosa y abandonada totalmente en Dios, el Señor Jesús le confió una gran misión: El mensaje de la Misericordia dirigido a todo el mundo. Dijo: “Te envió a toda la humanidad con Mi  Misericordia. No quiero castigar a la comunidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a mi Corazón Misericordioso. Tu eres la secretaria de Mi Misericordia; te he escogido para este cargo, en ésta y en la vida futura, para que des a conocer a las almas la gran Misericordia que tengo con ellas y que las invites a confiar en el abismo de Mi Misericordia”.

El 22 de febrero de 1931 en su celda del convento tuvo otra visión y dice: vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca con la mano levantada para bendecir y con la otra tocaba su pecho y salían dos grandes rayos uno rojo y otro pálido y me dijo: “Pinta una imagen según el modelo que ves y firma: JESÚS, EN TI CONFÍO, quiero que esta imagen sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia”.

El Señor Jesús reveló esta oración a Santa Faustina entre el 13 y el 14 de septiembre de 1935 “La Coronilla a la Divina Misericordia”. Por el rezo de esta coronilla, dijo Jesús: “A las almas que recen esta coronilla, Mi Misericordia las envolverá de vida y especialmente a la hora de la muerte”.

En octubre de 1937, Jesús le encomendó adorar la hora de su muerte: “Cuantas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete en Mi misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y, especialmente, para los pobres pecadores, ya que, en ese momento, se abrió de par en par para cada alma”.

Jesús le definió claramente los propios modos de orar en forma de culto a la Divina Misericordia: “En esa hora, dijo a sor Faustina, procura rezar el viacrucis, en cuanto te lo permitan tus deberes; y si no puedes rezarlo por lo menos entra un momento a la capilla y adora en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón que está lleno de misericordia. Y si no puedes entrar en la Capilla, sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante”.

La esencia del culto a la Divina Misericordia consiste en la actitud de confianza hacia Dios y la caridad hacia el prójimo. El señor Jesús exige que sus criaturas confíen en Él y hagan obras de misericordia: a través de sus actos, sus palabras y su oración. “Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo, ni excusarte, ni justificarte”.

El 18 de abril de 1993 Sor María Faustina Kowalska es beatificada por el Papa Juan Pablo II En Roma el primer domingo después de Pascua (día revelado por Nuestro Señor a Santa Faustina).

El 30 de Abril del 2000 fue Canonizada por Juan Pablo II en Roma el primer domingo de Pascua, en la celebración de la Fiesta de la Misericordia. Y proclamó oficial esta fiesta, a celebrarse todos los años el segundo domingo de Pascua, en la Iglesia Universal.