Historia
Martín Miguel de Güemes
Biografía de Martín Miguel de Güemes
Martín Miguel de Güemes (8 de febrero de 1785 –17 de junio de 1821) militar, gobernador de Salta y patriota. Nació en Ciudad de Salta, Virreinato del Río de la Plata. Creció en una familia con un buen estatus económico que le permitió tener una educación de calidad. Su padre, Gabriel de Güemes Montero, era un hombre peninsular e ilustrado y tenía el cargo de Tesorero de la Real Hacienda de la corona española. Por su parte, su madre María Magdalena de Goyechea también era proveniente de España. Martín Miguel estudió en el Colegio de San Carlos de Buenos Aires. Su vocación militar hizo que a los 14 años tomará la decisión de servir en el regimiento de infantería de su ciudad natal.
Posteriormente, fue enviado para participar en la defensa del Río de la Plata contra la invasión inglesa. Liniers le nombró su ayudante y teniente de su escolta de granaderos desde el año 1807. Al año siguiente tuvo que realizar un pequeño receso en la vida militar porque su padre murió y le fue encargada la labor de administrar el patrimonio familiar heredado de su padre. Años después decidió unirse a la causa independentista de 1810 y él mismo conformó un grupo de caballería que ubicó en Humahuaca, con la finalidad de interponer una fuerza patriota entre las filas realistas del Alto Perú y del Río de la Plata. Combatió en las batallas de Cotagaita y Suipacha.
Es necesario mencionar que el movimiento independentista no estaba del todo unido; tuvo ciertas divergencias con Juan José Castelli. Volvió a Salta. Y en 1811 tuvo que experimentar la derrota de Guaqui. Pero, su popularidad se elevó cuando protegió la retirada de Pueyrredón. Su amigo Manuel Belgrano, le encargo una misión en Buenos Aires. Así que, estuvo en el cerco de Montevideo hasta fines de 1813 y ascendió a teniente coronel. Entonces fue enviado con una expedición en socorro del ejército del norte, por desgracias fue derrotado por Pezuela en 1813. Volvió a Salta y reclutó campesinos para formar un ejército.
En enero de 1814 el general realista Ramírez de Orozco ocupó Jujuy, pero Güemes logró contener su avance, regresando los españoles nuevamente al Alto Perú en agosto del mismo año. Güemes obtuvo el cargo de gobernador de Salta en 1815. Desde este puesto se comprometió con la reorganización defensiva del territorio. Una de las primeras decisiones que tomó fue la creación de las partidas guerrilleras como organización militar, los vecinos desempeñaban importantes cargos como el de oficial. Logró conformar una unidad muy fuerte, se trata de la unidad de caballería, compuestas por auténticos gauchos.
Estos grupos armados se movían continuamente a caballo con la intención de romper y destrozar las fuerzas realistas, compuestas fundamentalmente de infantería e integradas por indios. Las guerrillas de Güemes eran realmente eficaces. Los gauchos salteños lograron evitar varias veces que las tropas realistas avanzaran desde el Alto Perú hacia la región rioplatense. Para ese momento tuvieron que afrontar el fracaso de Rondeau en la tercera incursión argentina al Alto Perú. Aprovechando esto, y también la derrota de Viluma y, la de Sipe Sipe (28 de noviembre de 1815), los españoles decidieron conquistar el Río de la Plata.
El virrey Pezuela había delegado el mando en José de la Serna, en ese momento la restauración del poderío español en toda América era inminente. La situación para las tropas patriotas era dramática y Buenos Aires temió una catástrofe. Fue entonces cuando Güemes realizó su mejor actuación militar, defendiendo la frontera frente los realistas con sus gauchos, simultáneamente San Martín preparaba en el oeste el Ejército Libertador. Rondeau quiso sustituir a Güemes y ocupó Salta, pero el caudillo salteño se lo impidió y lo convenció de negociar.
Güemes resistió a los españoles en la frontera de manera heroica y valiente, Pueyrredón ordenó la retirada de las tropas porteñas de Tucumán, pero el militar salteño hizo caso omiso. En noviembre de 1816 se produjo la invasión realista que hace tiempo venía siendo preparada. En esa medida, Olañeta ocupó Jujuy en enero de 1817 y José Canterac un año después, pero no lograron pasar al interior. Güemes no desistió y siguió con su guerra defensiva ante esto San Martín decidió nombrarlo jefe del ejército de observación del Perú. Las divergencias y conflictos entre los jefes políticos y militares argentinos no se hicieron esperar; Güemes tuvo que enfrentarse con el gobernador de Tucumán, venciéndole en 1821.
En tal momento, los realistas estaban bajo el mando de Guillermo Marquegui, que ocuparon otra vez Jujuy, aunque luego se rindió. Luego, en Salta se desataron varios desórdenes por al descontento producido por la presión fiscal impuesta por Güemes. Olañeta aprovechó este momento de tensión para llamar al general José María Valdés, que tomó Salta el 7 de junio de 1821. Ese combate duró varios días, en total diez, fue intenso y Güemes siempre estuvo al frente de su ejército con gran valentía, lo que le ocasionó varias heridas que luego empezaron a agravarse. Se alejó para su recuperación a la Cañada de la Horqueta, pero finalmente su cuerpo no resistió y falleció el 17 de junio de 1821. Luego de su muerte, los patriotas recuperaron Salta en julio siguiente.