Biografía de Hernando de Acuña

Hernando de Acuña (1518 – 22 de junio de 1580) poeta y militar. Nació en Valladolid, España. Creció en una familia noble. Desde su juventud se interesó por el arte de la guerra. De ahí que, tomara la decisión de combatir con Carlos V en Alemania, Italia y Flandes y con Felipe II en San Quintín. Su inteligencia también era admirada, realizó la traducción del caballero determinado, escrito por Olivier de la Marche (1553). Hizo parte de la primera generación de poetas petrarquistas, abarca fábulas mitológicas, epístolas, églogas pastoriles y canciones y sonetos de temática amorosa.

Hernando de Acuña sirvió a las órdenes del Marqués del Vasto en la guerra del Piamonte (1536). Posteriormente, fue nombrado alcaide del castillo de Cherasco. Fue tomado por los franceses en el sitio de Niza, estuvo un par de meses en la cárcel de Narbona, donde compuso Soneto en prisión de franceses, dedicados a una dama. Al quedar en libertad, participó en la acción de Ingolstadt (1547), a orillas del Danubio, sirviendo a las tropas lombardas enviadas por el emperador Carlos V contra el duque de Sajonia.

En 1553, Acuña recibió el mandato de regresar a Bruselas para hacerse cargo de una misión diplomática en África que duraría varios años. Durante el viaje hizo varias paradas para anclar en las costas italianas y colaboró en Sicilia con Juan de Vega en la expulsión de los turcos. De nuevo en Bruselas, informó del que sería su último servicio al emperador, ya que Carlos V abdicó la corona en su hijo Felipe. Cuando murió el padre del nuevo rey, Acuña compuso un Epigrama a la muerte del Emperador Carlos V.

Luego de su participación en la batalla de San Quintín (1557), regresó a España como miembro del séquito de Felipe II para desarrollar tareas diplomáticas encargadas por el monarca. En diversos poemas escritos en esta época dejó constancia de la fuerte crisis espiritual, tratando el cambio de actitud en la sociedad española con el nuevo monarca. Hacia 1560 contrajo matrimonio con Juana de Zúñiga. En 1570 estableció su residencia en Granada. En esta misma ciudad resolvió algunos problemas políticos entablados con la Audiencia y la Inquisición. Murió el 22 de junio de 1580.  Sobre su vida se conversa un Memorial dirigido a Felipe II, habla sobre los servicios que prestó a la realeza española especialmente en el campo militar.

Tras la muerte de Acuña, su viuda, Juana de Zúñiga, publicó la totalidad de su obra en verso con el título de Varias poesías compuestas por don Hernando de Acuña (1591). Esta recopila: fábulas mitológicas, epístolas en tercetos, églogas pastoriles, canciones, madrigales y sonetos amorosos. En vida realizó una versión parcial del Orlando enamorado de Boiardo y dos poemas mitológicos: La contienda de Ayax Telamonio y de Ulises sobre las armas de Achiles y la Fábula de Narciso.

Es considerado uno de los más notables poetas petrarquistas, en su poesía amorosa se nota la influencia de Garcilaso de la Vega, con quien formó la primera generación renacentista española, acompañado de Juan Boscán, Gutierre de Cetina, Diego Hurtado de Mendoza y Gregorio Silvestre. En tales composiciones se refleja un tono sentimental afín a la lírica de Petrarca. Podemos destacar el célebre Soneto al Rey Nuestro Señor, exponiendo sus dignos y sobrios versos sobre lo que debería ser la unidad imperial y católica de los Austrias españoles.